Lo suspendieron por ir a clases con las uñas pintadas y juntan miles de firmas para apoyarlo
Un joven de 17 años fue a la escuela con las uñas coloreadas y las autoridades lo suspendieron. Inmediatamente se lanzó una campaña de reunión de firmas en todo el mundo, que ya lleva más de 55 mil adhesiones. Lo consideran un acto de “discriminación” y de "homofobia".
Casi 55.000 personas han firmado una petición en apoyo de un estudiante texano, de 17 años, al que no se le permite acudir a su instituto con las uñas pintadas, lo que considera una medida discriminatoria y un atentado a la libertad de expresión.
Trevor Wilkinson, estudiante del instituto de enseñanza media de Clyde (Texas), inició el lunes pasado una petición en la plataforma change.org titulada "Dejen a los hombres usar esmalte de uñas" con el objetivo de lograr 75.000 firmas y ya logró 54.900.
Lo hizo después de que la escuela donde estudia le prohibiera asistir a clase hasta que no tenga las uñas sin rastro de pintura.
Su gesto ha tenido una importante adhesión, además de repercusión mediática.
Esta medida muestra un "patrón doble", pues a las chicas se les permite ir a clase con las uñas pintadas, dice Wilkinson en su petición, en la que se declara "homosexual" y "orgulloso" de serlo y señala que "la libertad de expresión" invalida el código de vestimenta y la política del Clyde High School.
"Es injusto y no está bien", afirma el estudiante antes de pedir a la gente que le apoye en su defensa de que cada uno tiene derecho a expresarse como es sin que le obliguen a adoptar la "identidad que la sociedad considera normal".
"Soy humano, soy válido. No debería tener problemas por haberme pintado las uñas", dice el joven en su petición de change.org.
El canal de televisión NBC5 de Dallas entrevistó a Wilkinson, quien mostró sus uñas pintadas de negro y con un dibujo de pequeñas llamas ardientes en amarillo y señaló que la escuela le ofreció asistir a clases virtuales en lugar de la suspensión pero él dijo que no.
El instituto respondió en un comunicado que antes de cada curso se informa a padres y alumnos del código de vestimenta y no puede revisarse a la mitad del año escolar.
"Homofóbico y sexista, bienvenido al oeste de Texas", dijo con ironía.